¿Sabes qué es la microbiota? Hoy en el blog de Nutesa hablaremos sobre ella de qué se alimenta. Te invitamos a que sigas leyendo para conocer todo sobre ella.
¡Empezamos!
La palabra microbio normalmente la asociamos a suciedad, a infecciones o algo perjudicial para la salud… ¡Pero nada más lejos de la realidad!
Los microorganismos que se localizan en el intestino constituyen la denominada microbiota intestinal y desempeña funciones vitales entre las que encontramos:
- Impedir la multiplicación excesiva de bacterias dañinas, lo que supone una disminución del riesgo de infección.
- Intervenir en la correcta digestión y absorción de nutrientes como es el caso de la lactosa.
- Modificar vitaminas como es el caso de la vitamina K y B12, haciéndolas útiles y accesibles para nuestro organismo.
- Estimular el sistema inmune del intestino.
- Producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC) que son utilizados como fuente de energía por los colonocitos (células del colón) y tienen propiedades antiinflamatorias.
¿De qué se alimenta la microbiota?
Para que la microbiota pueda realizar todas las funciones que te hemos enumerado, necesitan de alimento y son tan exigentes, que solamente quieren uno en concreto: la fibra fermentable.
Las fibras fermentables son aquellas que las bacterias utilizan como alimento: la transforman y producen sustancias beneficiosas para nuestro organismo.
Pueden ser poco fermentables, parcialmente fermentables o muy fermentables:
- Poco fermentables: fermenta menos del 10%, por ejemplo la lignina y la celulosa.
- Parcialmente fermentables: fermenta hasta en un 70%, como es el caso de algunas celulosas, la goma agar-agar y el mucílago de la semilla de Psyllium.
- Muy fermentables: fermentan en más del 70%, como las pectinas, el almidón resistente, algunas gomas y también hemicelulosas.
¡Incluye fibras fermentables en tu dieta!
- Almidón resistente: Llamado así porque resiste la digestión. El almidón es el almacén de energía de patatas, boniatos y otros tubérculos. No se absorbe en el intestino delgado y pasa directamente al grueso, por lo que es muy buena para la microbiota.
- Mucílagos: Están en las semillas de lino, chía o algas.
- Fructanos: Puedes encontrarlos en espárragos y alcachofas. También puedes conseguirlos en forma de suplemento.
- Betaglucanos: ¡La avena!
- Galactooligosacáridos: Estas fibras se encuentran en las legumbres. Pero cuidad, si tu microbiota no está muy acostumbrada, tendrás muchas flatulencias…
- Pectinas: Todas las frutas son ricas en pectinas. Pero la pectina que más favorece el trabajo de las bacterias es la que obtenemos al cocinar la manzana, es decir, al consumir compota de manzana u otras formas de manzana cocida.
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Desde Nutesa esperamos que este artículo te haya servido para saber más sobre la microbiota e incluyas más fibras en tu alimentación.
Si tienes dudas, puedes pedir cita para una consulta con nosotros. ¡Estaremos encantados de ayudarte!